1.- Dúchate en lugar de bañarte y que el tiempo máximo bajo la alcachofa no supere los cinco minutos, que supone 95 litros de agua. Si quieres controlar el gasto existen apps para móvil que te avisan cuando ha transcurrido el tiempo.
2.- Coloca atomizadores en todos los grifos. Al mezclar el agua con aire el chorro será mayor con un menor consumo de agua.
3.- Riega las plantas por la noche. Puedes hacerlo con el agua
que has recogido mientras esperas a que se caliente a la hora de la ducha.
4.- Cierra el grifo cuando te laves los dientes o te afeites,
5.- No utilices el váter como papelera. Cada vez que descargas
la cisterna se van entre 6 y 10 litros de agua.
6.- Optimiza el uso de la lavadora y el lavavajillas. Prescinde
de la secadora, mejor tiende la ropa al aire libre.
7.- Camina o usa la bici para trayectos cortos o medios.
Contribuyes a disminuir las emisiones CO2 a la atmósfera al tiempo que haces
ejercicio con sus beneficios para tu salud.
8.- Si la distancia es larga utiliza el transporte público. Si
no es posible y tienes que utilizar el coche porque la distancia es larga,
comparte su uso con amigos o compañeros de trabajo.
9.- Apaga los dispositivos cuando no los uses. Acaba con el “consumo
fantasma”, el gasto de electricidad de los aparatos electrónicos simplemente por
estar enchufados, aunque no los uses.
10.- Revisa las bombillas de tu casa. Invierte en iluminación led
o de bajo consumo que, además de ahorrar energía, tienen una vida más larga.
11.- Baja un grado la calefacción y sube uno el aire
acondicionado. Ese simple gesto reduce considerablemente el consumo de energía.
Utiliza un termostato para tenerlo controlado.
12.- Consume responsable. Prepara una lista de la compra y
ajústate a ella y agota la vida útil de los productos.
13.- La ropa, los juguetes, los libros, los discos, los muebles…
pueden tener muchas vidas. El mercado de segunda mano está lleno de buenas
opciones.
14.- Cultiva tu propio huerto. Una pequeña terraza es suficiente
para preparar un mini huerto en el que tener tus propias plantas.
15.- Consume ecológico. En la producción de los productos bio no
se utilizan fertilizantes y abonos químicos. Es respetuosa con el entorno y la
conservación del suelo.
16.- Compra fruta y verdura de temporada a agricultores locales.
Además de apoyar la reducción de emisiones que supone el transporte apoyarás la
economía local.
17.- Aprovecha la luz natural. Abre las ventanas y sube las
persianas para que entre el sol durante el día, reduciendo así el consumo de
electricidad. Al caer la noche, en invierno, baja las persianas para mantener
la temperatura.
18.- Reduce el consumo de carne. La carne de vacuno es, a día de
hoy, la principal causa de deforestación mundial.
19.- Dispón de una compostera para uso doméstico. Consigues
reducir los residuos orgánicos y su tratamiento, al tiempo que tendrás abono
orgánico para tus plantas de la mejor calidad.
20.- Evita los artículos de un solo uso. Desde el envoltorio para
el bocadillo, a la servilleta, la botella de agua o la bolsa en la que coges
las naranjas en el supermercado. Pásate a lo reutilizable.
21.- Aficiónate al DIY. Echa mano de la imaginación o de algún
tutorial y reutiliza lo que ya no quieres.
22.- Una vez que hayas reutilizado y reducido el consumo, con lo
que quede, recicla.
23.- Revisa tus útiles de baño. Un cepillo de dientes de bambú,
champú y acondicionador sólido y sin químicos, esponjas vegetales, copa
menstrual.
24.- Llena tu casa de plantas, además de dar alegría, depuran el
aire y reducen los malos olores.
25.- Prioriza el almacenamiento digital. Ahorrarás papel, los
gastos de la impresión y, además, encontrarás todo mucho más rápido.
26.- Promueve la educación ambiental. Si trabajamos con los niños
su sensibilidad por el cuidado del planeta desarrollarán hábitos respetuosos
que mantendrán en el futuro.
27.- En vacaciones haz turismo sostenible.
28.- Para limpiar evita el uso de productos químicos, tóxicos y
aerosoles. Hay muchas alternativas naturales que podemos utilizar como el vinagre,
el bicarbonato o el limón o productos ecológicos de limpieza-
29.- Practica el “plogging”. Se trata de un movimiento global,
nacido en Suecia hace menos de una década, que combina la práctica de ejercicio
al aire libre con la recogida de residuos.
30.- Abre la nevera sólo lo necesario. El gasto energético para
reponer los grados que se pierden cada vez que abrimos la puerta y nos quedamos
pensando qué coger es muy alto.
31.- Reduce tu basura tecnológica. Los residuos electrónicos son
los que más crecen en el mundo. Aplica, a rajatabla, las cuatro R: reduce,
reutiliza, repara y recicla.
32.- Cumpleaños, Navidad, Aniversario… Piensa con tiempo qué
regalar para que no sean compras sin cabeza que acaben en la basura. Si es
posible, regala experiencias.
33.- Cuando salgas al campo respeta el entorno y no interactúes con
los animales. No generes contaminación acústica y lumínica.
34.- No te seques el pelo con el secador. Hazlo al aire libre.
35.- Lleva siempre contigo una bolsa de tela.
36.- Si tienes mascota, presta atención para que sus cuidados no
perjudiquen al medio ambiente. Utiliza bolsas biodedradables para recoger sus
excrementos o fabrícales sus propios juguetes reciclando objetos en desuso.
37.- A la hora de comprar electrodomésticos, piensa en que realmente sean necesarios y opta siempre por los de mayor eficiencia energética.
38.- No precalientes el horno. Además, lo puedes apagar 10 minutos antes porque con el calor que queda tus platos acabarán de cocinarse.
39.- No fumes. El tabaco, además de ser un problema de salud
pública, supone un problema medioambiental. Además de afectar a la calidad del
aire, las colillas del tabaco que se desechan cada día están cargadas de
tóxicos.
40.- Infórmate y actúa. Seguro que en tu localidad existen movimientos sociales o colectivos voluntarios a los que te puedes sumar para exigir políticas públicas en beneficio del medio ambiente y para trabajar por el planeta.