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La llegada del otoño es un momento ideal para retomar buenos hábitos alimenticios que nos ayuden a perder el peso ganado durante el verano y a fortalecer nuestro sistema inmune para afrontar los catarros y resfriados propios de los meses más fríos.

Por norma general, en verano no cuidamos mucho de nuestra alimentación, por no decir prácticamente nada. En vacaciones nos relajamos y cambiamos por completo nuestros hábitos alimenticios.

Cuando el verano llega a su fin y empieza el otoño retomamos nuestras actividades diarias: la vuelta al trabajo, ir a gimnasios o practicar algún deporte, apuntarnos a cursillos, el retorno del cole de los peques... En definitiva, después de las vacaciones todos necesitamos organizar de nuevo nuestra vida y volver a la rutina cotidiana. Es ahí cuando nos paramos a pensar en recuperar nuestra figura. Es un momento ideal para instaurar nuestros nuevos hábitos, ya que dentro de una vida ordenada podemos realizar una dieta equilibrada y mejorar nuestra salud o recuperar nuestro peso y depurar nuestro organismo. Para ello te proponemos unas pautas.

Una dieta equilibrada puede variar de una persona a otra dependiendo de su edad, metabolismo y ejercicio, así que puedes adaptar estas pautas generales dependiendo de tus propias necesidades.

Consejos prácticos para alimentarte en otoño

 

No te saltes ninguna comida: come 5 veces al día (desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena). Saltarte una comida no hará que adelgaces. El desayuno es fundamental para empezar el día lleno de vitalidad.

Variedad en los alimentos: evitarás carencias nutricionales y problemas de salud. Una dieta equilibrada debe estar compuesta por:

  • 3 Raciones diarias de frutas.
  • 2 Raciones diarias de verduras y hortalizas (de hoja verde, todo tipo de coles, raíces, etc.) Una de ellas cruda, por ejemplo en forma de ensalada.
  • 4-6 Raciones diarias de cereales, a ser posible integrales (arroz, trigo, avena, quinoa, centeno, mijo, pasta, pan, etc.)
  • 2-3 Raciones semanales de legumbres (lentejas, garbanzos, judías, guisantes, etc.)
  • 2 Raciones proteicas diarias: carne (preferiblemente magra, pollo, pavo, ternera, etc.), pescado blanco (1-2 semanales pescado azul) o huevos (4-6 huevos a la semana).
  • 2-3 Raciones diarias de lácteos, como leche, yogur, queso (mejor desnatados o bajos en grasa).

Hidrátate bien: beber dos litros de agua al día es fundamental para que el organismo realice sus funciones perfectamente. Puedes tomarlos también en forma de caldos, sopas, infusiones o zumos naturales.

Cuidado en la cocina: elimina los fritos y rebozados. Cocina con la menor grasa posible (plancha, horno, vapor…).

Practica actividad física: realizar una hora de deporte (andar, montar en bici, correr…) nos ayuda a mantener nuestro peso y prevenir el sobrepeso, llevar una dieta sana y hábitos de vida saludables.


No olvides fortalecer tus defensas

No hay que olvidar que con la llegada del mal tiempo, el frío y las lluvias también llegan los catarros o resfriados. La naturaleza nos ofrece alimentos de temporada ricos en energía, vitaminas y minerales que pueden convertirse en nuestros mejores aliados para afrontar estas nuevas condiciones.

El otoño llega cargado de frutas como uvas, higos, manzanas, granadas, peras, kiwi, membrillos, naranjas, pomelo, frutas del bosque (arándonos, moras, grosellas)  o verduras y hortalizas, como  todo tipo de coles, setas, puerros, tomates, acelgas, alcachofas, apio, berenjenas, lombarda, rábanos, calabaza, borraja, escarola, espinaca, pimiento, zanahoria... Todas ellas son ricas en fibra, sustancias antioxidantes, vitaminas (entre ellas vitamina C) y minerales.

Y además, para mantener fuerte tu sistema inmunológico no te olvides de:

Vitamina C: ayuda a elevar las defensas naturales del organismo. Es ideal para prevenir posibles catarros o resfriados o mejorar su evolución.  Las fuentes alimentarias más importantes son fresa, tomate crudo, perejil crudo, naranja, limón, kiwi, pomelo, coliflor, pimiento, etc. Hay que consumirlas crudas, ya que esta vitamina es muy sensible al calor.

Refuerzo inmunitario: tener una adecuada flora intestinal con alimentos ricos en prebióticos (vegetales y fruta que contienen fibra soluble) y probióticos (alimentos fermentados que contienen bacterias beneficiosas, como el chucrut, miso, tamari y yogur) que favorecen el equilibrio de la flora intestinal habitual.

Plantas: entre los productos naturales que nos ayudan a reforzar nuestro sistema inmune contamos con la equinácea, el tomillo, el romero, el orégano o el propóleo, entre otras.

 

Etiquetas #alimentación #dieta #otoño #defensas