Se trata de un arbusto de la familia de las rosáceas cuyos frutos, unas bayas pequeñas y negras, destacan por superar a cualquier otra baya (moras, arándanos, frambuesas, etc.) en cantidad de compuestos fenólicos totales. Ayudan a eliminar los radicales libres y estimulan la formación de enzimas antioxidantes. Los frutos de la aronia también destacan por su acción cardioprotectora.
El fruto carnoso y globuloso del granado, que se caracteriza por su color rojizo y su sabor ácido, destaca por su contenido en punicalaginas que tienen capacidad de captar los radicales libres. Además, la granada tiene propiedades moduladoras de la respuesta inmune y acción antiviral.
De esta raíz, muy utilizada en la cocina como ingrediente principal del curry, destacan los curcuminoides. Son los pigmentos que le otorgan el color dorado anaranjada los responsables de gran parte de sus beneficios. La curcumina destaca por sus propiedades para neutralizar los radicales libres. De la cúrcuma también destaca su acción antiinflamatoria.
Esta crucífiera destaca por elevado aporte de vitaminas, minerales y oligoelementos. Es, además, una fuente natural de clorofila. Pero, sobre todo, destaca por ser uno de los alimentos con mayor contenido de sulforafano, un antioxidante que, a diferencia de otros como la vitamina C o el beta-caroteno que actúan de forma directa neutralizando los radicales libres, interviene activando las enzimas de la detoxificación hepática, por lo que su efecto es más duradero.
Numerosos estudios han demostrado las propiedades antioxidantes del té verde, por su contenido en polifenoles, catequinas y bioflavonoides. Una taza al día de esta planta en infusión es una opción muy saludable.
La piel y las semillas de este fruto destacan por su contenido en taninos, antocianidinas, flavonoides y resveratrol, con gran acción antioxidante. El resveratrol es también un activador de sirtuínas, grupo de proteínas que regulan el envejecimiento.