La arcilla es una gran aliada para la piel. Una mascarilla elaborada con este ingrediente de origen cien por cien natural ayudará a mantener tu piel limpia y tersa. Toma nota para preparar tu mascarilla facial en cuatro pasos.
Purifica, suaviza, tonifica, remineraliza. La arcilla es una gran aliada para tu piel. Una mascarilla, cada 10 días, elaborada con arcilla te ayudará a mantener el rostro y el cuello limpios y cuidados.
La arcilla puede ser de diferentes colores en función del lugar donde se ha formado y tiene diferentes propiedades.
Arcilla blanca
- Se compone fundamentalmente de caolín
- Efecto exfoliante. Es una aliada perfecta para eliminar impurezas de nuestra piel.
- Favorece la regeneración celular de la piel
- Efecto tonificante y tensor: ayuda a dejar la piel lisa y suave ya que elimina las toxinas y absorbe las células muertas de nuestra piel.
- Efecto blanqueante, aporta luminosidad a la piel
Arcilla verde
- Su composición incluye gran variedad de minerales
- Efecto peeling. Ideal para eliminar las células muertas de la piel y los puntos negros
- Especial para pieles grasas y mixtas por su efecto purificante y regulador del exceso de grasa
- Pieles envejecidas y con arrugas
- Combinada con el alga espirulina permite detoxificar, revitalizar y devolver la tersura a la piel
¿Cómo preparar una mascarilla facial con arcilla?
PASO 1
Pon una cuchara sopera de nuestra arcilla blanca en un recipiente adecuado (que no sea metálico ni plástico).
PASO 2
Añade poco a poco agua o infusión, hasta conseguir una consistencia firme per no demasiado espesa.
PASO 3
Aplícate sobre la cara y el cuello una fina capa, evitando el contorno de ojos y labios. Déjala actuar durante 10-20 minutos.
PASO 4
Retira con agua tibia antes de que seque totalmente. Puedes aplicarte una crema hidrante después.