Busca el apoyo y el respaldo de alguien cercano. Si lo dejas junto con otra persona te resultará más sencillo. Podréis compartir los momentos de debilidad y apoyaros.
Para hacer frente a la ansiedad una buena alternativa es el ejercicio físico. Con el deporte liberarás endorfinas que previenen la ansiedad y reducen el estrés, a la vez que te mantendrás ocupado. Si lo tuyo no es la actividad física intensa, puedes probar, si lo prefieres, con ejercicios de relajación o meditación.
Cuando sientas el deseo de fumar oblígate a esperar diez minutos. Busca una nueva actividad que te distraiga así lograrás hacer frente al deseo.
No olvides los beneficios que obtendrás al dejar de fumar. Puedes hacer una lista con las recompensas que obtienes de manera inmediata:
Además, tendrá otros beneficios directos para tu salud que irás notando con el paso del tiempo.
Pasado un año el riesgo de sufrir una enfermedad cardiaca se habrá reducido a la mitad. El tabaco está ligado a diferentes patologías cardiovasculares (infarto, angina de pecho, etc.)
Una década después de dejar el tabaco el riesgo de padecer cáncer de pulmón se iguala con el de los no fumadores.
Busca el apoyo de las plantas
AVENA (Avena sativa)
Por su efecto tónico y reconstituyente, la avena ayuda a proteger la mucosa respiratoria. También tiene acción sedante.
GINSENG (Panax ginseng)
La raíz del ginseng contribuye a disminuir los síntomas del síndrome de abstinencia que se produce cuando el organismo deja de recibir nicotina.
DROSERA (Drosera rotundifolia)
La drosera favorece la eliminación de las sustancias tóxicas acumuladas en el aparato respiratorio.
MELISA (Melissa officinalis)
La melisa te ayuda a combatir la ansiedad que se desencadena al dejar el tabaco.
ANÍS VERDE (Pimpinella anisum)
El anís verde es una planta que actúa sobre el aparato respiratorio y facilita la eliminación de las mucosidades bronquiales al hacerlas más fluidas.
Ten en cuenta que, en la mayoría de las ocasiones, el dejar de fumar lleva aparejado un ligero aumento de peso. Esto se debe a que la nicotina aumenta nuestro ritmo metabólico y al abandonarla éste se normaliza. Recuerda, por tanto, vigilar tu dieta -que sea variada-, haz ejercicio moderado y bebe dos litros de agua al día.