Uno de los objetivos estratégicos de Soria Natural es el desarrollo de estudios científicos que permitan descubrir y avalar, las propiedades farmacológicas de las plantas y de los productos generados a partir de ellas.
Su último proyecto de investigación, Determinación de las propiedades antitumorales del CTP en combinación con la vitamina C en cáncer humano portador de la mutación KRAS se ha llevado a cabo en colaboración con la Fundación Jiménez Díaz, a través del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), del Ministerio de Ciencia e Innovación, cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), y ha tenido una duración de tres años.
Soria Natural tiene entre el catálogo de productos naturales, un complemento alimenticio que se denomina CTP, un detoxificante celular que se comercializa en comprimidos. Cuenta con la patente de este producto, elaborado a partir de la planta Lepidium latifolium. Este producto se sacó al mercado tras años de investigación en colaboración con la Universidad de Salamanca y el Centro de Investigación del Cáncer; en dicho trabajo, publicado en la prestigiosa revista Molecular Carcinogenesis en marzo de 2018, se observó que el principio activo de la planta contaba con una importante acción antitumoral sobre diferentes tejidos.
Por su parte, la Fundación Jiménez Díaz lleva años estudiando los beneficios de la vitamina C en determinados cánceres portadores de mutaciones en el gen KRAS, que son resistentes a las terapias convencionales. Concretamente, el departamento de Oncología Traslacional, conducido por el doctor Oscar Aguilera, se ha centrado en el estudio del efecto de la vitamina C sobre el metabolismo glicolítico de las células tumorales. Comparados con los correspondientes tejidos sanos, los tumores pancreáticos y colorrectales de pacientes portadores de mutación en el gen KRAS exhiben una especial avidez por el empleo de glucosa como fuente de energía y presentan una expresión muy elevada de los transportadores de este metabolito, así como de otras moléculas asociadas al mantenimiento del metabolismo de Warburg.
Ambas entidades decidieron por tanto, aunar conocimiento y tecnología para afrontar este nuevo proyecto, en el que el objetivo fue arrojar luz sobre las propiedades de los dos productos (CTP y vitamina C) solos o en combinación, sobre los efectos antiinflamatorios y proapoptóticos y los mecanismos moleculares subyacentes a dicha acción antitumoral. Las líneas celulares objeto de estudio poseen mutación en el gen KRAS, lo que les confiere una gran resistencia tanto a la quimioterapia, como las terapias biológicas dirigidas a diana y son dos líneas de cáncer colorrectal humano (SW480 y DLD-1) y dos líneas de adenocarcinoma pancreático (PL-45 y MIA PaCa-2).
Los resultados muestran que las cuatro líneas son sensibles a ambos compuestos y que hay un efecto proapoptótico dosis dependiente, es decir, a mayor cantidad de compuesto, mayor efecto observado. Así mimo, se ha conseguido un efecto citostático, mediante el cual una sustancia permite bloquear las células en una determinada fase del ciclo celular, impidiendo así, su replicación.
Por otro lado, los ensayos llevados a cabo con macrófagos (células sanas del sistema inmune) mostraron que ambos compuestos son capaces de inhibir los picos de inflamación que se generan tras inducir de manera descontrolada las citoquinas proinflamatorias con un lipopolisacárico bacteriano.
La FJD por su parte, ha analizado qué genes, rutas de señalización celular y procesos metabólicos están regulados por estas dos moléculas. Los resultados revelan que ambas sustancias son capaces de alterar drásticamente el potencial de membrana mitocondrial, afectando a la producción de energía (ATP); tanto la vitamina C como el CTP han reducido de manera drástica la expresión del protooncogén C-myc, de lo que se infiere que ambas moléculas están interfiriendo con los procesos proliferativos de la célula tumoral. El CTP posee claramente una actividad inhibitoria de c-Myc, mientras que la actividad de la vitamina C parece estar más bien mediada por la interferencia con los enzimas implicados en los procesos de producción de energía celular.
Estos resultados apoyan la hipótesis de que ambos factores actúan sobre vías de señalización diferentes, aunque con un resultado similar: inhibición dramática del crecimiento de la célula tumoral. La combinación de ambos compuestos parece una opción prometedora a la hora de prevenir procesos inflamatorios, tan implicados en la aparición del cáncer y enfermedades degenerativas, como para sensibilizar tumores sólidos a las terapias de uso común en el manejo clínico del cáncer. Este es un hallazgo sorprendente, ya que hasta ahora, no existe ninguna terapia efectiva para controlar el crecimiento de tumores portadores de mutación en el gen KRAS. Los diseños farmacéuticos dirigidos a esta molécula no han arrojado datos relevantes en cuanto a la supervivencia del paciente o mejora en su calidad de vida.
Los resultados de esta investigación son relevantes y prometedores, por lo que el siguiente paso es plantear futuros ensayos in vivo, incluso poder llegar a la realización de un ensayo clínico en humanos.