Algunas de las plantas ornamentales que tenemos en casa pueden causar problemas de salud en nuestros perros y gatos. Sus síntomas pueden varían en función de la especie y la cantidad ingerida. Dale al clic y ¡apunta!
Los perros y gatos son curiosos por naturaleza y una de sus aficiones es olfatear, mordisquear e incluso ingerir plantas que se encuentran a su alcance.
En la mayoría de los casos no habrá mayor problema, sin embargo, las hojas, los frutos, las bayas o las flores de algunas plantas que habitualmente tenemos en casa, en la terraza o en el jardín, pueden esconder peligros para la salud de nuestras mascotas.
Lo síntomas, de menor a mayor gravedad, dependerán en cualquier caso de la especie, la cantidad ingerida y la concentración del principio tóxico de la planta.
En este artículo te traemos una lista de las plantas domésticas más comunes que pueden resultar tóxicas y dañinas para perros y gatos. ¡Toma nota!
- ACEBO (Ilex aquifolium): popular en las decoraciones navideñas, sus bayas y hojas pueden provocar malestar gastrointestinal, vómitos y/o diarrea.
- MUÉRDAGO (Viscum álbum): en sus bayas blancas contiene viscotoxina, una sustancia que puede provocarles daños gastrointestinales y cardiovasculares, dificultad para respirar y braquicardia.
- FLOR DE PASCUA (Euphorbia pulcherrima): la savia de la flor de pascua contiene irritantes altamente tóxicos para los animales, provocando inflamaciones, temblores, fatiga, incluso el contacto de la piel o los ojos con la savia puede desencadenar problemas dérmicos y oculares.
- GERANIO (Geranium): planta ornamental de muchos patios, balcones y terrazas, que puede provocar signos neurológicos y gastrointestinales.
- TULIPÁN (Tulipa gesneriana) y NARCISO (Narcissus pseudonarcissus): ambos contiene alcaloides tóxicos, especialmente en sus bulbos, que pueden causar trastornos gastrointestinales violentos.
- ALOE VERA (Aloe barbadensis): El aloe vera es una planta conocida por sus propiedades beneficiosas para la piel. Sin embargo, su gel y látex pueden ser tóxicos para perros y gatos, causando malestar gastrointestinal, temblores y debilidad.
- HIEDRA (Hedera hélix): esta enredadera, de fácil cuidado y que se extiende rápidamente, causa irritación de las mucosas, disfagia y problemas respiratorios al ser ingerida por perros y gatos.
- ADELFA (Nerium oleander) y DEDALERA (Digitalis purpurea): altamente peligrosas y en especial para los perros, contienen glucósidos cardíacos que causan arritmias y alteraciones cardíacas graves, que pueden causar la muerte.
- POTO (Epipremnum aureum), COSTILLA DE ADÁN (Monstera deliciosa) y CALA (Zantedeschia aethiopica): por su contenido en oxalato cálcico, pueden producir un cuadro de intoxicación que se caracteriza por irritación e hinchazón de lengua y labios, vómitos, dificultad para tragar o salivación excesiva.
- LAUREL (Laurus nobilis): cuando se ingiere en grandes cantidades, el eugenol puede causar irritación gastrointestinal, vómitos, diarrea y otros problemas digestivos en perros y gatos.
- LIRIO (Lilium spp.): especialmente en gatos, ingerir una pequeña cantidad de cualquier parte de la planta pueden llegar a causar insuficiencia renal aguda.
- EUCALIPTO (Eucalyptus globulus): sus aceites esenciales pueden ser neurotóxicos y convulsivantes.
¿Qué medidas debo tomar para mantener a mis mascotas a salvo?
- Identifica las plantas tóxicas que puede haber en tu hogar. Si no estás seguro de algunas de ellas, consulta con un experto en jardinería o con tu veterinario.
- Coloca las plantas en lugares seguros y fuera del alcance de tus mascotas.
- Educa y enseña a tu mascota que no debe acercarse a ellas y mucho menos ingerirlas.
¿Qué hago si mi perro o gato ha consumido una de estas plantas?
Si sospechas que ha consumido alguna planta tóxica es importante actuar con rapidez y tomar las medidas adecuadas.
- Ten siempre a mano el teléfono de un veterinario. Llama inmediatamente, explícale la situación y acude a su consulta o urgencias.
- Haz una foto o coge una muestra de la planta que ha ingerido. Esto facilitará el diagnóstico y tratamiento.
- Mantén la calma y observa los síntomas. Algunas plantas tóxicas generan problemas de salud inmediatamente, por lo que hasta que acudas al veterinario es importante identificar si se producen vómitos, convulsiones, dificultad para respirar, etc.