Seguro que has notado alguna vez esa que tu corazón se acelera, sudas y se te seca la boca antes de hacer un examen o una entrevista de trabajo. Es ansiedad, la respuesta normal de nuestro cuerpo ante una situación que nos asusta. Esa reacción deja de ser normal y se convierte en un trastorno cuando la intensidad y la frecuencia de ese tipo de respuesta son exageradas, cada vez hay más estímulos que la desencadenan o no se puede controlar.
Conexión intestino-cerebro
¿Sabías que el intestino y el cerebro están estrechamente conectados y que el estado de tu microbiota intestinal puede estar detrás de determinadas alteraciones del estado de ánimo, como la ansiedad?
Esa conexión bidireccional es lo que se denomina “eje intestino-cerebro” y viene a decir que lo que ocurre en el intestino repercute en el cerebro y al revés. Por ejemplo, si nuestra microbiota intestinal se desequilibra por cualquier circunstancia, entonces se alterarán los niveles de determinadas moléculas que se producen en el tracto digestivo -como la serotonina, citoquinas, etc.- y, por vía sanguínea, llegarán al cerebro alterando su funcionamiento.
Multitud de investigaciones han constatado que la microbiota intestinal, a través de ese “eje”, está detrás no sólo de afecciones digestivas sino también de trastornos mentales como la ansiedad o u otras alteraciones del estado de ánimo.
Por eso, en los últimos tiempos las investigaciones se han centrado en los psicobióticos, probióticos que pueden ayudar a tratar trastornos como la depresión, la ansiedad o el estrés.
Así, algunos estudios hechos con la asociación de dos cepas, Lactobacillus helveticus Rossel®-52 y Bifidobacterium longum Rossel®-175, han permitido observar una reducción de los síntomas gastrointestinales relacionados con el estrés; reducción del estrés psicológico en individuos sanos y, mejoría del estado de ánimo, la ansiedad y el sueño en pacientes con depresión leve-moderada.
También hay evidencias de que determinadas especies de probióticos participan del aumento de síntesis de ciertos neurotransmisores como la serotonina.